¿Cuánta potencia se requiere para el corte láser en metal y por qué algunos materiales son más difíciles de cortar?

El corte láser en metal se ha convertido en una de las tecnologías más precisas y versátiles en la industria moderna. Desde fabricación industrial hasta proyectos de diseño, su capacidad para realizar cortes limpios, rápidos y altamente repetibles hace que sea la opción preferida.

Pero no todos los metales se comportan igual ante un rayo láser. La potencia necesaria, la calidad del corte y la velocidad de trabajo dependen del tipo de material, su espesor y su reacción a la energía térmica.
En este artículo analizamos los metales más comunes en corte láser —acero al carbón, acero inoxidable, aluminio y cobre— y explicamos qué los hace fáciles o difíciles de cortar.

¿Qué determina la dificultad de cortar un metal con láser?

El desempeño del láser está influenciado por tres factores clave:

1. Reflectividad
Algunos metales reflejan gran parte del rayo láser, lo que reduce la energía que realmente entra al material.

Muy reflectivos: aluminio, cobre, latón.
Poco reflectivos: acero al carbono, acero inoxidable.

2. Conductividad térmica
Si un metal distribuye rápidamente el calor, el punto de fusión tarda más en alcanzarse.

Alta conductividad térmica: aluminio, cobre.
Baja conductividad: aceros.

3. Composición química
Materiales con alto contenido de carbono o aleaciones particulares reaccionan mejor o peor al proceso, afectando la calidad del corte.

 

1. Acero al carbón (Fácil de cortar)
Dificultad: Baja
Por qué:
Baja reflectividad
Buena absorción del láser
Fundición limpia con oxígeno
Conductividad térmica moderada
Potencia sugerida:
1–3 mm → 1.5 a 2 kW
4–6 mm → 3–4 kW
10–20 mm → 6–12 kW
Ventajas en corte:
Excelente calidad de borde
Velocidad alta

2. Acero inoxidable (Fácil–medio)
Dificultad: Media
Por qué:
Buena absorción del láser
Baja reflectividad
No reacciona con oxígeno como el acero al carbono, por lo que se usa nitrógeno (más caro)
Potencia sugerida:
1–3 mm → 2 kW
4–6 mm → 3–4 kW
10–12 mm → 6–8 kW
Desafíos:
Evitar la oxidación del borde

3. Aluminio (Difícil)
Dificultad: Alta
Por qué:
Extremadamente reflectivo
Alta conductividad térmica: disipa el calor rápidamente
Requiere más energía para alcanzar el punto de fusión
Potencia sugerida:
1–3 mm → 3–4 kW
4–6 mm → 5–6 kW
8–12 mm → 8–12 kW
Problemas comunes:
Rebabas en espesores altos
Bordes menos limpios
Riesgo de retro-reflexión hacia la fuente láser

4. Cobre (Muy difícil)
Dificultad: Muy alta
Por qué:
Uno de los metales más reflectivos
Altísima conductividad térmica
Puede devolver el láser a la fuente y dañarla (si no es tecnología adecuada)
Potencia sugerida:
1–2 mm → 3–4 kW
3–5 mm → 6–8 kW
Retos:
Corte lento

Conclusión: ¿Qué materiales son más difíciles de cortar con corte laser en metal?

Más fáciles:
Acero al carbón
Acero inoxidable

Más difíciles:
Aluminio (reflectivo y termo conductor)
Cobre (el más complejo por ambas características)

En resumen, la dificultad del corte está determinada por la física del material: si refleja el láser y si disipa el calor. Por eso, los aceros se procesan con rapidez y excelente calidad, mientras que aluminio y cobre necesitan más potencia y cuidado técnico.